No sé si es culpa del invierno repentino, de la falta de luz o de la constante lluvia pero esta semana estoy reflexiva. Por eso me he lanzado a escribir sobre esta maravillosa profesión. De paso aprovecho para contarte por qué contratar a un diseñador te ahorrará tiempo y dinero.
Pensarás que estoy barriendo para casa con este artículo. Un poco sí, aunque lo que de verdad quiero es defender esta profesión e intentar explicar por qué es tan importante. A ojos de muchos todavía somos un gremio que hace «cosas fáciles». Porque esto de diseñar webs no es tan complicado. «Yo tengo un primo que sabe de Photoshop que me hace una web en una tarde«.
Lo cierto es que instalar WordPress y poner un plantilla es muy sencillo. Pero es que eso no es diseñar una web, de hecho no tiene nada que ver. Diseñar una web no es rellenar los espacios en blanco de una plantilla con texto al azar. Hay un trabajo creativo detrás donde se trabaja la identidad de marca. Los elementos no se sitúan al azar, se define la posición estratégica de todos ellos dentro de la web.
Si tu blog es un hobby para ti o acabas de empezar un negocio y no tienes muchos medios, es normal que quieras prescindir de este gasto y no tiene nada de malo. Sin embargo, si te tomas en serio tu negocio y sabes que quieres vivir de tu blog, debes pensar en tener un diseño profesional desde el principio. Te aseguro que te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza, tiempo y dinero.
Si le encargas la web a tu primo es muy posible que…
- Tu web sea una más en el mundo 2.0, algo del montón. Al principio no te importará, pensarás «ya tengo la web montada que es lo que quería y cuando empiece a vender y a ganar dinero ya la arreglaré«.
- Tu marca ofrecerá una imagen descuidada y poco profesional. Los colores y las tipografías no estarán alineados con los valores de tu empresa por lo que no te representarán. Faltará sentido y coherencia en los elementos de la web.
- Seguramente tus ventas no se disparen como habías imaginado. Entonces empezarás a pensar qué has hecho mal y te leerás todos los blogs del mundo esperando encontrar la solución.
- En un arrebato de locura decidirás comprarte una Plantilla de Themeforest (de esas que hacen milagros) esperando que sea el santo grial y arregle todos tus problemas.
- Un año más tarde. Después de no haber sido capaz de cumplir objetivos con la web te decidirás a tirar la casa por la ventana y llamarás a un diseñador.
Si contratas a un diseñador…
- Desde el principio estudiará las necesidades de tu marca para dar con una imagen que te represente.
- Los colores y las tipografías no serán elegidos al azar y notarás que todo encaja a la perfección. Te sentirás tan identificado cuando veas el resultado que te preguntarás «¿por qué no he hecho esto antes?«.
- Tu Plantilla será única, completamente personalizada y diseñada para ti. No tendrás necesidad de rellenar espacios vacíos porque no los habrá.
- Tu web va a destacar por encima de las demás y te será más fácil vender o captar clientes. Te ahorrarás los lamentos y las dudas, las noches comiendo techo pensando que lo estás haciendo todo mal.
- Un año más tarde. Habrás recuperado con creces el dinero invertido. Estarás orgulloso del diseño de tu web y querrás que todo el mundo la vea. Y lo más importante, tendrás un negocio que funciona.
Está claro que contratar un diseñador te puede ahorrar mucho tiempo pero lo que no piensa mucha gente es que el tiempo es dinero. Si en vez de perder ese primer año haciendo pruebas y comiéndote la cabeza decides lanzarte a emprender en serio es muy posible que empieces a tener beneficios antes.
Por supuesto esto es solo mi opinión. Entiendo perfectamente que a veces ese primer año de dudas es necesario para ver con claridad las cosas. En cualquier caso espero haberte aclarado un poco sobre el trabajo que realiza un diseñador. Si tienes cualquier duda o quieres comentar tu experiencia conmigo, déjame un comentario, estaré encantada de leerte 🙂