Ya estoy aquí con otro artículo kamikaze de esos que hacen amigos. Desde hace unos meses hay varias reflexiones que me rondan la cabeza pero hasta hoy no me había atrevido a plasmarlas por escrito. Aunque las he comentado con algunas personas del sector, que han estado de acuerdo conmigo, nunca había hablado en el blog de este tema.
Al final he llegado a la conclusión de que es la típica cosa que todo el mundo piensa pero nadie se atreve a decir. Así que aquí estoy yo para eso. ¿Qué está pasando con el marketing online y los lanzamientos agresivos?
Los últimos meses han sido una locura de ofertas de cursos, webinars gratuitos y milongas varias. Las promociones de Hollywood se quedan en nada al lado de esto. Sinceramente yo ya me he cansado de tantos lanzamientos agresivos. Me tienen harta, lo reconozco, que paren el mundo que yo me bajo.
Si todos estamos hartos, ¿a quién le venden?
Cuando empecé a hablar de este tema con otras personas, vi que todos opinaban lo mismo que yo. Entonces, si todos estamos hartos, ¿a quién le venden? Entiendo que he pasado la franja de público a la que ya han quemado. Ahora se dedican a acosar a nuevos polluelos inocentes. Pero esto no puede durar mucho tiempo porque ellos se acabarán quemando también.
Con el marketing tradicional, una marca esperaba captar un cliente y en el mejor de los casos conservarlo de por vida. En el peor de los casos unos años hasta que se fuera a la competencia. Ahora, con las nuevas técnicas de marketing súper agresivo, la idea es captar un cliente para quemarlo en unos meses con suerte.
Nos bombardean por todas partes invitándonos a webinars varios y lo cierto es que empieza a ser agotador. Si me invitan a un webinar más para contarme cómo hacerme rica en un mes te prometo que no respondo.
Lanzamientos agresivos: mecánica
El mes de febrero es el rey de los lanzamientos. Tiene lógica porque ya han pasado la Navidad y las rebajas. A parte de San Valentín no hay ningún evento que invite al gasto desmedido. Aprovechando esa tremenda avalancha, me propuse hacer un seguimiento de varios de ellos para analizar sus movimientos.
Básicamente todos hacen lo mismo. Publicidad en Facebook durante una semana promocionando un webinar súper maravilloso con el que le van a dar la vuelta a todo tu universo. Lo cierto es que en el vídeo en cuestión suelen contar lo mismo que llevan repitiendo en sus blogs durante meses. De información nueva y exclusiva nada de nada.
Te convencen de que eres un fracasado
Algún gurú iluminado del mundo blogueril, ha decidido que la cifra que determina el éxito son 1000 suscriptores en 3 meses. Así de simple. Si no tienes esos datos eres un fracasado, no hay más que hablar. Ahora bien la delgada línea entre el éxito y el fracaso es apuntarte a su maravilloso curso en el que por un módico precio te van a llevar en brazos hasta la gloria soñada.
Te convencen de que puedes conseguirlo si te esfuerzas, pero no solo. Ellos lo consiguieron solos, empezando desde cero y sin tener ni idea. Pero tú no puedes, tú necesitas su ayuda porque con sus consejos te vas a ahorrar cometer un montón de errores y vas a llegar a la cima más rápido.
Pequeña nota, no hay un solo camino para llegar a la cima y lo que funciona para unos no tiene por qué funcionar para todo el mundo. Tú eres tú y tus circunstancias y puede que no te sientas cómodo llevando a cabo ciertas prácticas. No hablo de miedo a salir de tu zona de confort, vergüenza o ese tipo de barreras que todos tenemos. Hablo de principios.
Esta historia ya la he vivido…
Es posible que todo esto me indigne tanto porque estoy teniendo un déjà vu.
Nada de trabajar duro para conseguir tus metas. O esforzarte para construir un negocio con cimientos sólidos. Tampoco te dicen que hay que ir paso a paso aprendiendo para crecer. El mensaje es claro, hiperespecialízate en un sector para ganar un montón de dinero lo más rápido posible.
A mí esta historia me suena. Y es que no hace tanto de una tal «burbuja inmobiliaria» con la que mucha gente gano mucho dinero en muy poco tiempo. Ya sabemos todos como acabó eso…
Aclaración final
Que nadie se confunda, no estoy criticando los cursos online en general. Hay muchísima gente que lo está haciendo genial con escuelas online, ofreciendo formaciones estupendas y muy útiles. Tampoco tengo nada en contra del marketing online, en mayor o menor medida todos lo utilizamos.
La crítica de este artículo va dirigida a un tipo de lanzamientos agresivos que se han generalizado últimamente. Y a los gurús prometedores de resultados maravillosos en tres meses que están inundando la red.
Por último, quiero decir que por supuesto esto es solo mi opinión. Tanto si estás de acuerdo conmigo como si no lo estás, te invito a que me dejes tu opinión más abajo. Estaré encantada de leerte 😉