Elegir un diseñador con el que trabajar es una tarea complicada. Algo así como buscar el vestido de novia perfecto. Es posible que hayas visto varias webs de diseñadores pero tienes la sensación de que a todos les falta algo. Buscas una persona que sepa reflejar la esencia de tu negocio en una imagen, que te entienda y que entre dentro de tu presupuesto.
Alguien que te lea el pensamiento y con quien conectes a la perfección. Como un vestido que parezca diseñado para ti al que no hay que hacerle retoques. Pero claro, muchas veces hay que besar varias ranas antes de encontrar a esa persona perfecta para ti.
Lo cierto es que me encuentro bastantes clientes que llegan a mí después de haber tenido experiencias feas con otros diseñadores. Esto genera en ellos desconfianza y miedo a volverse a equivocar. Si has pasado por algo parecido seguro que entiendes la sensación. Muchas veces el error inicial viene por la búsqueda de un imposible.
Déjame decirte que en esta profesión lo de bueno, bonito y barato no existe. Por si no me crees vamos a hacer la prueba a continuación:
- Bueno y barato: no será bonito seguro. Si alguien bueno te hace una web tirada de precio en tiempo record te aseguro que no habrá mucho diseño detrás.
- Bonito y barato: ojo que no es oro todo lo que reluce. Si te prometen una web bonita por un presupuesto muy bajo, duda de la calidad del trabajo que van a hacer.
- Bueno y bonito: nunca es barato. Cuando alguien serio y profesional te pase un presupuesto para una web con un diseño adaptado a tus necesidades, el precio no será barato.
En general, es fácil tender a elegir la segunda opción. Alguien que te promete un diseño bonito a buen precio. Lo que pasa es que la magia suele durar muy poco y entonces empiezan los problemas y los ajustes de presupuesto si quieres este extra o este otro.
Si andas buscando esa persona perfecta para trabajar en tu proyecto y no terminas de decirte sigue leyendo porque voy a intentar despejar tus dudas.
Mira su portfolio
Lo primero que debes hacer antes de ponerte en contacto con alguien es revisar su portfolio. Viendo los trabajos que tenga publicados puedes conocer su estilo y ver si encaja con lo que te gusta.
Por mucho que te recomienden a alguien, si después de ver sus trabajos no hay ninguno que te guste, lo mejor que puedes hacer es seguir buscando. Te ahorrarás mucho tiempo y a la otra persona también.
Imagínate que eres wedding planner y quieres una web en tonos pastel, con detalles de flores y corazones. Unas amigas te recomiendan una diseñadora súper maja que mola mucho. Entras a su web y ves que su portfolio está plagado de diseños minimalistas en blanco y negro. Por mucho que te digan lo maravillosa que es, igual no es la mejor opción para ti.
Por otra parte, si te encuentras con diseñadores que no tienen un portfolio publicado en su web, desconfía. Es muy normal no tener los proyectos actualizados (la vida no da para todo). O tener tan solo una pequeña selección con los últimos trabajos. Pero no tener nada de nada solo puede significar dos cosas. Esa persona no tiene nada que mostrar o no está orgullosa de lo que ha hecho.
Primer contacto
Si ya has visto su portfolio y te has enamorado de sus trabajos, el siguiente paso es ponerte en contacto. Intenta seguir los pasos que haya indicados en la web. Es muy probable que tenga un formulario especial para los encargos de diseño, rellénalo y espera una respuesta.
No intentes escribirle por las redes sociales, ni le envíes mensajes a través de otros formularios. Te digo por experiencia propia que lo mejor es seguir el camino indicado. Buscar atajos no solo no te va a conseguir una respuesta más rápida, si no que puede hacer que tu mensaje caiga en el olvido.
Después de este primer contacto por email, deberías intentar fijar una fecha para hablar en persona o por Skype. Es la mejor forma de saber si realmente vas a trabajar bien con esa persona o no. Este paso es fundamental para determinar si hay una buena conexión.
En mi caso, después de leer el formulario, si tengo hueco en la agenda y el proyecto me encaja, siempre propongo una entrevista por Skype para conocernos. El 95% de la gente está encantada con la idea pero siempre hay un porcentaje pequeño que parece molesto por el hecho de tener que verme para que les pase un presupuesto. En esos casos dejo pasar el proyecto, sinceramente no puedo pasarle presupuesto a alguien sin saber si nos vamos a entender trabajando juntos o el encargo va a ser un infierno.
Presupuesto
Hemos llegado al punto más delicado. Es posible que después de mucho buscar hayas encontrado a la persona que estabas buscando pero sus tarifas son muy elevadas para ti. ¿Qué hacer entonces?
Tal y como yo lo veo tienes dos opciones:
A) Coger a otra persona que sea más barata sabiendo que el resultado no va a ser tan bueno. Tendrás una web para salir del paso y si todo va bien puede que dentro de unos meses o un año tengas el dinero para invertir en un presupuesto más elevado.Ventajas: podrás empezar tu proyecto de inmediato sin retrasarlo más. Inconvenientes: no podrás quejarte por el diseño, ya sabes de antemano que no va a ser una maravilla. Además, al final estarás gastando más dinero al tener que invertir dos veces en lo mismo.
B) Esperar unos meses a lanzar tu proyecto. Con algo de tiempo podrás reunir el dinero que necesitas para hacer frente al proyecto. Ventajas: tendrás las web de tus sueños desde el lanzamiento del proyecto. Inconvenientes: tener que retrasar el proyecto unos meses.
Por supuesto también está la opción C, has encontrado un diseñador maravilloso, con un portfolio increíble y el precio te parece genial. Entonces enhorabuena, seguro que dentro de unos meses estarás triunfando en internet con tu proyecto.
Hasta aquí mis consejos de esta semana para ayudarte a elegir un diseñador con el que trabajar. Espero haber resuelto las dudas que tuvieras. Como siempre ya sabes que puedes compartir tu historia conmigo o hacerme una pregunta en la sección de comentarios. Estaré encantada de leerte 😉