Buenas prácticas combinado tipografías

Las primeras decisiones que tendrás que tomar antes de crear tu web están muy relacionadas con la elección de tipografías. El diseño de tu logo o el tratamiento de artículos y encabezados, estarán marcados por las fuentes que elijas.

Para ayudarte a trabajar todos estos elementos tan importantes que van a definir el carácter de tu web, he preparado este artículo con las buenas prácticas que deberías seguir al combinar tipografías en tus diseños.

Sans Serif con Serif

Combinar una tipografía Sans Serif con una Serif es una las prácticas más utilizadas en diseño. Es casi imposible equivocarte si partes de esta base y aún así te permite bastante libertad a la hora de elegir las tipografías.

Normalmente las tipografías Sans Serif se utilizan para titulares y las serif para bloques más largos de texto. Los remates ayudan a guiar la mirada a través del texto que estamos leyendo.

Tipografías Sans Serif: de palo seco, es decir sin remates en las letras.
Tipografías Serif: con remates o adornos en las terminaciones de las letras, de forma que hay más continuidad entre ellas.

Establece una clara jerarquía

Si te fijas en las publicaciones tradicionales (periódicos o revistas), verás buenos ejemplos de como trabajar correctamente con distintas jerarquías visuales.

Normalmente vamos a encontrar dos o tres niveles de importancia: el titular, el extracto y el artículo. Para diferenciarlos debemos jugar con el tamaño de la tipografía, el grosor del trazo y la separación entre letras. Además, es importante que recuerdes que el interlineado debe ser el mismo siempre aunque se trate de distintas tipografías.

Combinar tipografías complementarias

Este punto esta muy relacionado con la imagen que quieras para tu marca. Las tipografías de familias distintas pueden tener personalidades muy variadas (seria, informal, infantil, elegante…), por lo que debemos combinarlas con intención, no al azar.

Por ejemplo, las tipografías redondeadas suelen ser más cercanas debido a sus formas suaves y por lo tanto perfectas para productos infantiles o hechos a mano, pero muy poco adecuadas para una firma de lujo.

Nunca elijas una tipografía porque te gusta y ya está, sin pensar en la repercusión que tendrá sobre tu marca.

Piensa en el contexto

Ante todo tu texto debe ser claro y legible, por eso es importante que tengas en cuenta el contexto en el que se va a mostrar. No es lo mismo diseñar el logo de tu web, que una invitación de boda o una tarjeta de visita.

Cuando juegues con los distintos tamaños de letras, haz varias pruebas para asegúrate de que será legible en su contexto. Además, deberás ordenar los elementos del mensaje en función de su importancia y teniendo en cuenta la dirección de lectura para que sea claro y comprensible.

Menos es más

Lo repito tanto que empiezo a plantearme si no debería ponerlo en la cabecera de la web 😉 Combinar tipografías puede dar resultados muy buenos, pero no se debe abusar:

  • No combines más de dos tipografías distintas
  • No juegues con más de tres tamaños de texto
  • Utiliza siempre el mismo interlineado

Son tres principios muy básicos que te recomiendo que utilices si quieres obtener unos buenos resultados.

 

Verás que si aplicas estas buenas prácticas tus composiciones tipográficas van a mejorar mucho. Se verán más profesionales y con el tiempo irás corrigiendo tu mismo pequeños detalles.